Licorice Pizza - Una oda al color y al estilo de los 70
La nueva película de Paul Thomas Anderson está siendo un éxito por ser divertida, torpe, animada y atrevida a partes iguales, pero algo que resulta obvio y que también nos ha cautivado es la estética tan bonita que tiene.
Llamada así por una conocida tienda de discos californiana de los 70, Licorice Pizza se desarrolla en El Valle de San Fernando en 1973, lugar donde el propio director creció.
Esta película de iniciación que se mueve entre el drama y la comedia narra la historia de Alana Kane (Alana Haim) y Gary Valentine (Cooper Hoffman) mientras maduran, corretean y descubren el amor y la amistad pese a una considerable diferencia de edad. La música, los coches, los colores y, por supuesto, ¡la ropa!, son algunos de los mayores atractivos de esta película, además de la emotiva historia entre estos dos personajes que van transitando juntos por la vida.
El vestuario, diseñado por Mark Bridges, su colaborador desde hace ya tiempo, se compone de tops con cuello halter, camisetas combinadas con pantalones de campana y sandalias con tacón cubano en el caso de Alana, mientras que Gary intenta parecer mayor poniéndose chalecos de punto y trajes hechos a medida.
Cuando se piensa en los años 70, lo que primero se nos viene a la mente son todo tipo de tonos de beige, camel y marrón. Y es cierto que los tonos terrosos tuvieron mucho tirón en aquella época, pero el espíritu juvenil de los personajes de esta película demuestra que hay algo más, ya que a menudo lucen colores vivos, estampados y muchos tonos pastel, creando una paleta muy variada.
El entusiasmo de Alana y Gary nos recuerda a esos días en los que todo estaba cargado de emoción. Siempre andan vacilándose el uno al otro y correteando por la calle, pero no porque tengan prisa, simplemente es porque tienen mucha energía y quieren descubrir qué aventura viene después.
El espíritu desenfadado de los años 70 en la fantástica y soleada California que captura esta película nos ha inspirado a acoger con gusto sus estilismos y desear que lleguen ya los meses de primavera y verano.
Las camisetas son básicas. Quedan genial por dentro de unos pantalones de campana, ya sean vaqueros o de terciopelo, si queremos incorporar algo de textura.
¡Nos encanta Samsoe Samsoe! Capturan a la perfección ese rollo setentero en su paleta de color y sus cortes retro.
Las rayas y los estampados siempre son originales.
Los pantalones de campana son un ‘must’.
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Elige cuellos setenteros y diseños molones.
Y, finalmente, zapatos cómodos como las Converse o las fantásticas Novesta con su ‘look’ retro para correr libremente por la calle como Alana y Gary.
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